“Vamos, vamos” Tack estaba gritando
desde el otro lado del campo.
Empecé a correr hacia el sin pensar,
sin ver lo que estaba pasando,
aun coagulada en pánico, con Blue
empapándome el cuello con sus
mocos y lágrimas, mi corazón
perforándose; así que cuando el
carroñero vino por mí a la izquierda,
no lo vi, hasta que fui golpeada
con algo en la cabeza.
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