29 noviembre, 2017

Parte.2_Alex (Alex & Lena) Lauren Oliver


Eventualmente, ella llegó. Apareció de pronto, exactamente como
había hecho ese día — ella dio un paso a la luz del sol, saltó, se rió
y echó la cabeza hacia atrás, por lo que su larga cola de caballo
casi rozó la cintura de sus jeans.
Después de eso, yo no podía pensar en otra cosa. El lunar en la parte
interior de su codo derecho, como una mancha negra de tinta. La forma
en que se arrancaba las uñas a pedazos cuando estaba nerviosa. Sus ojos,
profundos, como una promesa. Su estómago, pálido y suave, precioso, y
la pequeña cavidad oscura de su ombligo.
Casi me volví loco. Sabía que ella debía pensar que estaba muerto.
¿Qué le había sucedido después de cruzar la valla? ¿Lo había hecho?
No tenía nada, ni herramientas, ni comida, ni idea de a dónde ir. La
imaginé débil, y perdida. La imaginé muerta. Bien podría estarlo.
Me dije que si estaba viva iba a seguir adelante, me olvidaría, sería
feliz de nuevo. Intenté decirme a mí mismo que era lo que quería para
ella. Sabía que nunca volvería a verla.
Pero la esperanza llegó, no importa cuán duro y rápido traté de sacarla
fuera. Al igual que estas hormigas coloradas diminutas que solíamos
tener en Portland. No importaba lo rápido que las mataran,
siempre había más, un flujo constante de ellas, resistentes,
siempre multiplicándose.
Tal vez, la esperanza dijo. Tal vez.
Es curioso cómo el tiempo sana. Al igual que la bala en mis
costillas. Está ahí, sé que está ahí, pero apenas puedo sentir
nada más.
Sólo cuando llueve. Y a veces, también, cuando recuerdo.


Anterior                                                                               Siguiente






0 comentarios:

Publicar un comentario